Sí, feliz. Lo he dicho bien, no me he equivocado de expresión. Ya os lo dije en la primera entrada, humanos. La discapacidad es muy vuestra y cada uno lleva alguna consigo. Aunque a unos cuantos los metéis en un subgrupo. A aquellos que no ven, no escuchan o no hablan. A los que se mueven con sillas, con muletas. También a los que se comunican con otros recursos o que perciben el entorno como un peligro. Por no hablar de los que crecieron de forma diferente en el vientre materno o los que su cerebro es un lugar de difícil acceso.Read more